La Conferencia Episcopal de Colombia, con el apoyo de distintos profesionales en el campo de la salud, el derecho y la comunicación, ha presentado un video titulado “El aborto en Colombia: ¡Pena de muerte contra los inocentes!”, un mensaje formativo e informativo que busca motivar la reflexión sobre esta delicada realidad que se vive en el país.
Ciudad del Vaticano
“No al aborto no es solo una cuestión de fe, creencia, sino de humanidad”. Estas son las palabras del Secretario General de la Conferencia Episcopal Colombiana, Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, en un mensaje que acompaña la presentación del proyecto audiovisual «El aborto en Colombia: ¡pena de muerte contra los inocentes!».
Proteger la vida
Se trata de un mensaje formativo e informativo que, con el apoyo de varios profesionales de los sectores sanitario, jurídico y de la comunicación, pretende reflexionar sobre la delicada realidad del aborto, a raíz de la petición del Tribunal Constitucional de despenalizarlo.
El aborto -continúa explicando el prelado, quien también participa en el video- “es un pecado muy grave que clama al cielo; por ello, todos los bautizados están invitados a defender de manera especial la vida naciente”.
La tragedia del aborto
Asimismo, retomando las enseñanzas de los Pontífices, el obispo auxiliar de Medellín concluye recordando que como comunidad de fe debemos estar siempre dispuestos “a acoger con amor y misericordia a quienes han experimentado la tragedia del aborto y que, reconociéndolo en sus vidas, se abandonan al amor del Señor”.
Por otra parte, el Arzobispo de Popayán, Monseñor Luis José Rueda Aparicio, expresó ayer en la página web del Episcopado, todo su pesar por la propuesta de la Corte Constitucional colombiana, que permitiría a la mujer interrumpir libremente su embarazo sin restricciones en los tres primeros meses de gestación.
“El derecho a la vida es inviolable y no debe haber pena de muerte, lo dice tanto la Declaración Universal de los Derechos Humanos como la Constitución colombiana”, recordó Monseñor Rueda subrayando que la vida de la madre y la del niño que va a nacer “deben ser siempre defendidas” y que cualquier crisis humana es temporal “mientras que el aborto es para siempre, es irreversible”.
Escuchar y guiar a las mujeres
“Es importante, por lo tanto, proporcionar orientación y ayuda a través de especialistas, a las mujeres que están pensando en abortar”, continuó Monseñor Rueda, porque en realidad no necesitan un aborto, sino apoyo, acompañamiento y cercanía en su difícil situación.
“Están buscando a alguien que las escuche y los guíe. Están buscando razones reales para hacer una elección de vida. La mujer tiene derecho a ser informada adecuadamente sobre la posibilidad de tomar otras decisiones además de suspender el embarazo, como dar al bebé en adopción. Tiene derecho a ser informada de la existencia de instituciones y profesionales, dispuestos y preparados para proteger la vida de la madre y el niño”, añadió.
Por último, el prelado apeló a la conciencia de los profesionales de la salud para discernir en cada situación, animándolos a elegir los cuidados y el respeto a la vida, porque “en la gran mayoría de los abortos que se realizan, la motivación radica en la salud mental de la madre”.
Credit: Vatican News