¡Todo está hecho! 10 imágenes del Santo Sepulcro que te moverán
De dónde proviene esa tumba?
Nuestro Señor es depositado en la tumba de José de Arimatea, 1500 – Museo Nacional Germánico, Nuremberg (Alemania) |
La tumba ya existía antes de la crucifixión de Jesucristo y pertenecía a José de Arimatea, que la mandó cavar para sí, pero que la cedió para que sea depositado en ella el Santísimo Redentor, de quien era secretamente discípulo. Senador y miembro del Sanedrín —el colegio de los más altos magistrados religiosos del pueblo judío—, Arimatea fue también un rico comerciante, dueño de una flota de navíos cuyos negocios llegaban hasta la actual Gran Bretaña. Él obtuvo de Pilato la liberación del cuerpo y cubrió los elevados gastos de su preparación, ofreciendo incluso el lino, que es hoy venerado en la ciudad italiana de Turín: el Santo Sudario.
En represalia por esa generosidad, el Sanedrín mandó perseguirlo y le expropió sus bienes. Abandonado por amigos y familiares, después de pasar trece años en el cárcel, José de Arimatea fue liberado por el nuevo gobernador romano Tiberio Alejandro. Así, reconstituyó su fortuna y pasó a emplearla para la difusión de la fe. Fallecido en plena actividad evangelizadora, fue el ejemplo perfecto del hombre acaudalado que utiliza sus bienes para servir mejor al Redentor y su obra, al contrario del “joven rico” del Evangelio, que rehusó el llamado de Cristo por amor a las riquezas. En Occidente su fiesta litúrgica es celebrada el 17 de marzo y en Oriente el 31 de julio.
San Marcos escribió que era un “miembro noble del Sanedrín, que también aguardaba el reino de Dios; se presentó decidido ante Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús” (15, 43). San Mateo, al describirlo, destaca que era un hombre rico, discípulo de Jesús.