El fondo de reconstrucción de 500.000 millones de euros anunciado el lunes por Angela Merkel y Emmanuel Macron ha sido muy bien recibido por algunos Estados miembros de la Unión Europea con economías devastadas por la pandemia.
Pero para otros como Países Bajos, Austria, Suecia o Dinamarca, se trata de colar por la puerta de atrás los eurobonos que ya habían rechazado.
Contra los eurobonos y ahora el fondo de recuperación
El dinero sería distribuido en forma de en subvenciones. Algunos dirigentes insisten en que deberían ser créditos a devolver con el tiempo.
“Nuestro objetivo es dar el máximo impulso posible a la economía europea y también reducir todas las regulaciones para que Europa, como escenario para hacer negocios pueda tener éxito en la competición mundial”, ha dicho el canciller austràiaco Sebastian Kurz.
“Y, por supuesto, queremos mostrar solidaridad y apoyar a países como Italia, España o Francia que han sido duramente golpeados por la crisis. Pero nuestra posición es que queremos ayudar con créditos y no a través de la mutualización de la deuda”.