Comienza la cuenta atrás para Argentina. Este viernes concluye el plazo dado por su Gobierno a los acreedores privados para aceptar o no su plan de reestructuración de la deuda.
Argentina ofrece un canje de bonos por valor de 61.000 millones de euros. La propuesta supone a su vez rebajar los intereses a pagar en un 62%.
A la espera de la respuesta de los acreedores, la intención del ejecutivo de Alberto Fernández es de obtener a su vez un plazo de tres años para hacer frente a dicho pago. Es decir, Argentina empezaría a saldar su deuda en 2023, lo que se ha convertido en uno de los principales problemas para que los acreedores den su visto bueno a la oferta.
Pero es que este mismo viernes vence también el plazo para pagar 462 millones de euros en intereses, que de no ser abonados llevarían al país al llamado default técnico o suspensión de pagos.
Argentina renegocia 61.000 millones de euros, pero su deuda total ronda los 300.000 millones, lo que equivale a más del 90 por ciento del Producto Interior Bruto.
Tras dos años en recesión, una inflación del 53,8% en 2019 y un importante aumento de la pobreza y el desempleo, el país latinoamericano se enfrenta este viernes a uno de las exámenes más importantes de su reciente historia.