Schönborn: Medjugorje, un alfabeto para la vida cristiana
A principios de este mes el Cardenal Christoph Schönborn fue entrevistado en Radio “Mir ” Medjugorje y habló entrañablemente sobre su visita privada en Medjugorje durante Navidad y Año Nuevo 2009/2010.
El Cardenal dijo que su decisión de ir a Medjugorje surgió como resultado de visitar la “casa madre” de la Comunidad del Cenáculo en Saluzzzo, Italia, en su “Festival de la Vida” anual en el verano de 2009. Dijo que se dió cuenta de la honda conexión entre Medjugorje y la Comunidad del Cenáculo y de cómo la Comunidad se ha extendido al mundo entero y da testimonio activo y visible del poder de la resurrección del Señor. También dijo que quería utilizar su tiempo en Medjugorje para el silencio y la meditación.
Cuando se le preguntó qué recordaba particularmente de su peregrinación el cardenal dijo que recordaba de una manera especial la celebración de la Eucaristia en la noche de la vigilia a medianoche ( en Nochevieja) con muchos miles de peregrinos presentes. También recordaba con gratitud su encuentro con los sacerdotes franciscanos, y, como dominico que es, sintió una fuerte asociación con los franciscanos.
Escalando las dos montañas de Medjugorje fue otro recuerdo especial del cardenal. Reveló que ascendió la montaña de la Cruz con Sor Elvira, fundadora de la Comunidad del Cenáculo, y que había sido una experiencia especial y fuerte.
El Cardenal Schönborn dijo que el recuerdo de sus visitas a los cuatro videntes, Marija, Mirjana, Ivanka y Vicka está esculpido hondamente en su corazón y que está lleno de gratitud por la asombrosa hospitalidad de sus casas.
El cardenal también reveló que pasó tiempo peregrinando como un sacerdote escuchando confesiones y añadió que el “secreto” de Medjugorje, como en Lourdes, es la cercana proximidad a de Nuestra Señora, y es la razón por la que vienen los peregrinos.
Dijo que su primer encuentro con Medjugorje fue a principios de los 80 a través de un grupo de oración de una Iglesia de Vienna y observó como la gente vivía y rezaba de una manera especial durante horas cada semana, rezando el Rosario con el corazón, viniendo ante el Santísimo Sacramento y celebrando la Eucaristía. Vio la disposición del grupo y su compromiso como un signo que demostraba la verdad. El cardenal Schönborn después habló de los muchos grupos de oración que se formaron en Austria a través de Medjugorje, como la gente en los grupos profundizaba en su fe y la vida cristiana, infundidos por la Eucaristia, y daban testimonio de las curaciones. Añadió que 12 años antes la Iglesia reconoció y recomendó “Oase des Friendens”, una asociación que vigila y apoya los grupos de oración de Medjugorje en Austria.
Se le preguntó al Cardenal si podía decir algo sobre los “frutos” en su país y respondió que los “frutos” son cestas de frutos de Medjugorje. Mencionó que había intensas vocaciones sacerdotales derivadas de los frutos de Medjugorje, muchas conversiones, familias fortalecidas en la fe, recuperaciones de adicciones…
El Cardenal Schönborn después habló de los mensajes de Medjugorje y dió gracias a Dios de que no fueran “originales”. Dijo que si fueran sensacionales seguramente todo habría desaparecido porque es imposible dar mensajes sensacionales cada semana, cada mes y cada año. A nivel personal ve los mensajes como simples y casi como un alfabeto para vivir como un cristiano: una continua llamada a la oración, a la conversión, a la reconciliación y a la paz, reconocidas en las palabras de Nuestra Señora “Gracias por haber respondido a mi llamado”.
El Cardenal dijo que millones de personas de todo el mundo leen los mensajes y reconocen la llamada de la Madre de Dios en sus vidas gracias a los mensajes; les recuerdan cada mes que recen, que se reconcilien y que amen a la Virgen María. Añadió que a través de esta “escuela” María nos invita a seguir a Jesús, a mirar a su Hijo, a escucharle, a imitarle y que “Haced lo que Él os diga” fueron las primeras palabras de María a la gente. Subrayó que “Haced lo que Él os diga” es el núcleo de los mensajes de Medjugorje.
Se le preguntó al cardenal Schönborn si podia dar un mensaje especial a los feligreses de Medjugorje y a la gente de BiH y Croacia. Respondió diciendo cuan sorprendente era al principio ( de las apariciones) cuando los mensajes de Nuestra Señora iban dirigidos a la gente de la parroquia y parecía como si el cielo estaba preparando Medjugorje para algo especial y todos sus residentes debían estar involucrados. Dijo que sería dificil extender la paz de Medjugorje si los residentes no vivían en paz y que esta “educación” de Nuestra Señora era realmente maravillosa para la parroquia, convirtiendose en una herramienta para la Reina de la Paz.
El cardenal mencionó después que habría un encuentro de oración por la paz en Vienna el noviembre próximo, la cuarta vez que semejante reunión tendría lugar en la Catedral, y confirmó que algunos de los videntes de Medjugorje participarán y que ha aprobado el encuentro. Dijo que la Catedral podría ser vista como el corazón de Austria y que este gran movimiento de oración en el país, que ha traido muchas bendiciones, debe ser celebrado en la Catedral, y se debe tener gratitud por poder celebrar allí el encuentro.
El cardenal Schönborn concluyó la entrevista dando las gracias a todo aquel relacionado con este tipo de trabajo. Dio gracias a la parroquia de Medjugorje, a los franciscanos de Medjugorje, y dijo que están todos en sus corazones y en su oración con gran alegría y gratitud.