Evangelio del día y Comentario de hoy (27 de Agosto)
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (24,42-51):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. ¿Dónde hay un criado fiel y cuidadoso, a quien el amo encarga de dar a la servidumbre la comida a sus horas? Pues, dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así. Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes. Pero si el criado es un canalla y, pensando que su amo tardará, empieza a pegar a sus compañeros, y a comer y a beber con los borrachos, el día y la hora que menos se lo espera, llegará el amo y lo hará pedazos, mandándolo a donde se manda a los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.»
Palabra del Señor
LEYES: Santa Mónica – El Santo del día (27 de Agosto)
Comentario al Evangelio
Queridos hermanos:
Escucha. Es mi actitud primera de acercamiento a la Palabra. Escucha que me ayuda a entender, que me dispone a acoger, que me permite responder.
Y escucho: estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor… Estar en vela. Vigilantes. Despiertos. Intuitivos. Lúcidos. Vivir atentos a la presencia de Dios en lo cotidiano y sabiendo descubrir también sus “ausencias” en la realidad social, cultural, eclesial, política… para trabajar sembrando semillas del Verbo. Discernir. Saber elegir la ocasión que no debemos perder de la tentación que nos pierde. Vivir la dicha de los limpios de corazón porque en nada encuentran obstáculo para descubrir y leer la acción de Dios.? Y escucho: estad preparados, porque a la hora que menos penséis… Receptivos. Dispuestos. Audaces. Diligentes. Responsables. Arriesgados. Confiados. Coherentes. Honestos. Leales.
Y aunque no sepamos el día ni la hora en la dinámica cotidiana siempre es tiempo de discernir. Caminar en la Verdad o vivir en la hipocresía. Hacer en cada momento lo que se tiene que hacer. Auténticos. Apasionados. Crecer para que mis deseos coincidan con la voluntad de Dios. Responder en la fidelidad de lo que soy a su Fidelidad. Generosa y gratuitamente, sin reservas o escatimando esfuerzos. Con medida o con holgura. Acoger con responsabilidad y gratitud todo lo que se nos ofrece. Responder con fidelidad y gozo al don de nuestra vocación. Vivir en la bendición – dichoso ese criado, si el amo, al llegar, lo encuentra portándose así- o en el reproche. Ser creíbles mostrando, no demostrando a Dios. Ser creíbles convenciendo y contagiando horizonte, esperanza, promesa.
Y aunque no sepamos el día ni la hora siempre es tiempo de agradecer que hemos sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; que no carecemos de ningún don los que esperamos en el Señor. Y Él, que es fiel, nos arraiga, nos arrecia, nos afirma, nos sostiene.
Y aunque no sepamos el día ni la hora siempre es tiempo de recordar que el presente es todo lo que tenemos para construir futuro y por eso, debes amar la arcilla que va en tus manos, debes amar su arena hasta la locura y si no, no la emprendas que será en vano, sólo el amor alumbra lo que perdura (Silvio Rodríguez).
Fuente www.ciudadredonda.org