Señor, haz de nuestro hogar un sitio de tu amor. Que no haya injuria, porque tu nos das comprensión, que no haya amargura, porque tu nos alientas. Que no haya rencor porque tu nos das perdón. Que no haya abandono, porque tu estás con nosotros. Que sepamos marchar hacia ti, en nuestro diario vivir.
Que cada mañana amanezca un día mas de entrega y sacrificio. Que cada noche nos encuentre con mas amor de esposos y de padres. Haz de nuestros hijos lo que tu anheles, ayúdanos a educarlos. Haz que nos esforcemos en el consuelo mutuo, y que hagamos del amor un motivo mas para amarte. Amén.
Amado san José, que en los momentos de crisis dentro de nuestras familias, que los hombres imitemos tu temple, tu cordura, tu fidelidad, tu amor incondicional y tu perseverancia en la fe. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro señor.
(Rezar al final de cada día de la Novena)
Señor nuestro Jesucristo, que junto con María y José consagraste con inefables virtudes la vida doméstica, haz que por intercesión de ambos sepamos instruirnos con el ejemplo de tu sagrada familia. Elevemos nuestras oraciones a ti señor, para poner nuestra familia bajo tu mirada, te pedimos la acompañes, la asistas en sus necesidades, la mantengas en amorosa unión y guíes sus pasos hasta conseguir tu eterna compañía en el cielo. Que en ella cada hijo aprenda de Jesús, la obediencia, el estudio y el trabajo. Que cada mujer aprenda de María, la humildad y el espíritu de sacrificio. Que cada hombre aprenda de José a amar a Jesús y a su familia con fidelidad y rectitud.
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