El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ha confirmado este sábado que un total de 437 personas han muerto durante las últimas horas en todo el estado, un repunte de víctimas superior a las 422 del pasado viernes en un momento en que el número de casos en todo el país ha rebasado ya la barrera de los 900.000.
Sumando estas cifras al balance total del día de este viernes, el estado ha registrado ya un total de 16.499 fallecidos.
Cuomo ha descrito este ritmo de crecimientos como «plano con una ligera disminución» de la curva de fallecimientos, pero tampoco pudo esconder su dolor. «Ésta es una noticia terrible, terrible, horrible», ha lamentado.
El gobernador, no obstante, también ha destacado que el número de hospitalizaciones ha seguido descendiendo. «Estamos bajando la montaña», ha declarado el gobernador en rueda de prensa.
Mientras tanto, el balance actualizado de la universidad Johns Hopkins ha estimado que el número de casos de coronavirus en Estados Unidos ha alcanzado los 906.551, mientras que los fallecidos se cuentan ya por 52.042.
La universidad todavía no ha incluido en su recuento las «muertes probables» a la espera de verificación por parte de las autoridades estadounidenses, o bien de su introducción directa en los recuentos oficiales.
Expertos médicos consultados por la cadena CNN avisan que, en caso de que esto ocurra, el balance general de fallecidos podría dispararse en forma de una nueva oleada adicional de víctimas de la enfermedad.