ORACIÓN A LA MEDALLA MILAGROSA (Dictada por la Santísima Virgen). Reza hoy, 27 de Diciembre de 2019
Al final (después del anexo), se puede bajar la oración para imprimir.
Oh Medalla de María Milagrosa, sé mi escudo y protección contra todo dardo incendiario del maligno. Que mi ser físico y espiritual a través de tu medalla, permanezcan unidos a ti, Madre Milagrosa.
Que tu santa medalla me libre de todo mal y peligro; que tu santa medalla me proteja de toda enfermedad, pestes y virus; que al invocar tu santa plegaria: “Oh María concebida sin pecado, rogad por nosotros que recurrimos a Ti”, sea yo, mi familia y seres queridos, protegidos de toda calamidad y muerte imprevista.
Oh Medalla Milagrosa, protege mi hogar y bienes materiales de todo desastre natural, protege mi vida espiritual y todo mi ser; ampárame madre mía, con el escudo protector de tu medalla; dichoso aquel que la lleva puesta como coraza en su cuerpo y en su alma, porque Tu protección estará con él de noche y de día. Gracias Madre Mía, por tu coraza espiritual, que aleja de mí, al invisible espíritu del mal.
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Oh medalla de María Milagrosa, en los momentos de peligro: Cuídame
Oh medalla de María Milagrosa, de las pestes y enfermedades: Cúrame
Oh medalla de María Milagrosa, del enemigo de mi alma: defiéndeme
Oh medalla de María Milagrosa, de los desastres naturales e imprevistos mi hogar y bienes materiales: Protege.
Y en la hora de mi muerte, que la luz de tu Medalla Milagrosa, me guíe a la Gloria Eterna. Amén.
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea, con tan hermosa belleza, a ti, celestial princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este día, alma, vida y corazón, mírame con compasión, no me dejes Madre mía; mi corazón a tus plantas pongo bendita María, para que a Jesús lo ofrezcas junto con el alma mía. Amén.
Anexo
Mensaje a Marcos Tadeu, Jacareí, Brasil, el día de la Inmaculada, 8 de Diciembre de 2006, de Santa Catalina Labouré (vidente de Nuestra Señora, a quien fue revelada la Medalla Milagrosa en Rue du Bac, París en el año 1830)
“Marcos, yo soy Catalina Labouré, soy Protectora de este lugar, tú Protectora, Protectora de estas Apariciones, Protectora de tus compañeros de lucha y de esclavitud de amor a la Madre de Dios y Protectora de todos los peregrinos que sinceramente intentan obedecer los Mensajes de la Madre de Dios y que aquí tienen verdadera fe.
Yo sufrí mucho también en mi vida como tú también sufriste. Como tú fuiste contrariado, también yo fui contrariada. Enfrenté el escepticismo y la incredulidad de los hombres en lo tocante a las Apariciones que yo tuve de la Madre de Dios. Comprendo tus sufrimientos. Siempre los comprendí, y siempre te amparé incluso cuando tú no lo sabías.
Marcos, ¡cómo mi Corazón te ama y ruega por ti sin cesar en el Cielo no dejando nunca de velar por ti, guardarte, protegerte, y apartar de ti tantos y tantos males! Sepa Marcos, que yo Catalina, estoy constantemente aquí en este Santuario. Y aquí, protejo a todas las almas que sinceramente vienen a mí, que sinceramente confían en mí y piden mi protección. Todos aquellos que vinieren aquí e invocaren mi protección e intercesión para que yo los conduzca hasta los Santísimos Corazones Unidos, yo lo haré conjuntamente con los Santos Ángeles, prometo: ¡Yo lo Haré! Yo, todos los días, extiendo sobre este lugar un manto de luz, de paz y de protección para guardarlo de todos sus enemigos y de todos los males.
Bienaventuradas las almas que usaren la Medalla que llaman “Milagrosa” y que fue revelada a mí por María Santísima en la Capilla de la Rue du Bac. Pues yo también estaré junto con ella, VIVA protegiendo esas personas alejando de ellas los males y atrayendo para ellas copiosas bendiciones de Dios. Bienaventuradas las almas que celebran todos los años en el día 27 de Noviembre, el día de la Medalla que la Madre de Dios reveló a mí porque esas almas tendrán la gracia de ser defendidas por esa Medalla en la hora de la muerte y los demonios no podrán molestarla y ella saldrá victoriosa. Esa alma que use la Medalla y celebre la fiesta, saldrá victoriosa del último combate.
Ven a este Santuario con fe, con devoción, con CONFIANZA ABSOLUTA pues la confianza es el vaso con el cual se puede recoger las Gracias y Bendiciones de la Madre de Dios. Sin la Fe, sin la confianza, no se pueden recibir las bendiciones que la Madre de Dios desea dar aquí. Ven aquí a rezar el Rosario, cantando y rezando en procesión. Yo deseo que sea puesta aquí una imagen mía para que las almas se acostumbren a pedir mi intercesión y mi protección pues ellas me tienen muy olvidadas y yo puedo ayudarlas mucho pero la condición es que me pidan a mí. |
Pido también a todos vosotros que recéis el Rosario de la Inmaculada Concepción, si no pudieres todos los días, al menos los sábados para honrar más a la Santísima Virgen con este Rosario rezando la Oración que Ella Misma me mostró en la Santa Medalla, para que así, la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios sea vuestra protección, sea vuestra guarda, sea vuestro escudo y sea la única Luz que alumbre vuestros corazones. Yo, a todos en este momento os bendigo. Marcos, amado mío, estoy siempre contigo. Aquel que te ame, será bendecido por Dios. Aquel que te odie y te calumnie será rechazado e tachado del Libro de la Vida por el Señor. Aquel que ame y luche por bien de este lugar será bendecido por el Señor. Aquel que perjudique este lugar, tendrá su nombre tachado del Libro de la Vida. Será desterrado de la Asamblea de los Santos y será blanco del disgusto y de la ira del Altísimo. El Señor así lo decretó delante de Sus Ángeles. Santo es el Señor. Santo es Su Decreto”