Solidaridad y misericordia en tiempos de coronavirus en Brasil y Bolivia

La solidaridad encuentra modos nuevos de alcanzar a todos: como la AppVisita Domiciliaren Brasil, y la campaña #AlimentemoslaEsperanza en Bolivia

Una aplicación para superar el miedo y la soledad también a través del instrumento de la solidaridad, en estos tiempos de pandemia debido a la propagación del Coronavirus. Es la idea del sector de la pastoral juvenil de la Conferencia Episcopal del Brasil, que el 25 de marzo lanzó AppVisita Domiciliar, una aplicación sobre el Coronavirus, con información específica y actualizada para las personas que ayudan a otras a enfrentarse a la pandemia. Es un contenido científico escrito en un lenguaje accesible y con diagramas amigables también accesibles fuera de línea, está al servicio de toda la familia y está revisada por expertos, según se puede leer en el sitio web de la conferencia episcopal.

Evidentemente, el contenido científico de la aplicación siempre será validado por los epidemiólogos y médicos que están en primera línea en la lucha contra la pandemia: “En tiempos de crisis, debido a la pandemia que estamos viviendo, es necesario estar aún más al servicio de la comunidad y continuar en su misión, a menudo adaptando las acciones a las dificultades”, dijo el coordinador internacional de pastoral , Nelson Arns Neumann.

En Bolivia, se está llevando a cabo la campaña #AlimentemoslaEsperanza, para ayudar a los necesitados -especialmente los presos, los ancianos, los discapacitados y los migrantes-. La promueve la Pastoral Social Cáritas Boliviana, la Universidad Católica, el Gobierno Municipal Autónomo de La Paz, junto con la cadena de supermercados Hypermaxi y Ketal.

Las medidas introducidas por el Gobierno para impedir la propagación del Covid-19 significaron que los grupos más vulnerables ya no podían recibir asistencia. La iniciativa #AlimentemoslaEsperanza, para apoyar a estas personas, invita a todos a echar una mano, por pequeña que sea, recogiendo productos en cualquier supermercado de las cadenas Hypermaxi y Ketal en La Paz, que luego serán distribuidos a los necesitados.